Parece mentira
y no lo es:
el verdadero amor
llega sin querer.
Tómalo a mal,
o acéptalo, pues,
con o sin ayuda
el azar es fiel.
No temas, no sufras
si esto cae en tus manos:
tápalo si quieres
o bien hazte un sudario.
Desabróchat el cinturón,
no ocultes tu obituario.
Lo que nos pierde siempre vive
para que otros puedan ganarlo...
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