La soledad me encontró despierto.
No es ninguna desgracia.
Es solo que nadie quiere ser descubierto:
más en estos tiempos donde no hacer nada es ofender mucho.
La noche se desliza por el sofá
hastiada de esta sencillez translúcida.
Al espejo le gustaría derretirse y olvidar
su compostura de guardia suizo.
Ni esperando ni actuando,
yazco como un acto reflejo
esperando mi momento fundador